21 abr 2011

2.2 Principios rectores para el desarrollo tecnológico

El fortalecimiento y expansión de las competencias científicas, tecnológicas y educacionales es un imperativo para que el país esté en mejores condiciones para responder a los nuevos retos que le imponen su creciente complejidad social y su inserción en el mundo global.
Dentro de los principios rectores que deben guiar una nueva política de ciencia, tecnología e innovación podemos ubicar los siguientes:
* El conocimiento científico y tecnológico debe considerarse como un valor
estratégico para el desarrollo del país
* La formación de recursos humanos de alto nivel en ciencia y tecnología debe ser
considerada una prioridad nacional
* El Estado juega un papel central para procurar un financiamiento adecuado de las
actividades científicas, tecnológicas y de formación, así como para asegurar las
condiciones sociales, normativas e institucionales que garanticen su mejor
desempeño; además, debe suscitar la participación de fondos públicos y privados
que son necesarios para la maduración y expansión de estas actividades.
* Los diversos actores sociales que participan en las actividades científicas y
tecnológicas deben asegurar que se desarrollen con estricto apego a los códigos y
parámetros de las comunidades científicas reconocidas internacionalmente y que
atiendan criterios de pertinencia profesional y social.
* El Estado debe profundizar y ampliar la participación creciente de las regiones en
las actividades científicas y tecnológicas, al igual que contribuir al desarrollo y
maduración de culturas científicas rigurosas en estos ámbitos territoriales.

Los distintos actores que participan en el sistema de ciencia, tecnología e innovación deben comprometerse a la rendición pública de sus resultados y del buen aprovechamiento de los recursos públicos utilizados.

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